Un último milagro camino de Brasil

Ya no parece una decisión puntual. Para Carlo Ancelotti, Diego López es el portero titular del Real Madrid, y Casillas, el suplente. Por tanto, Iker necesita hoy un último milagro para jugar el Mundial de Brasil como portero del Real Madrid.

Si se repasan todos los episodios de esta historia, Casillas encadena una inacabable secuencia de desgracias. Del desprecio de Mourinho, que le señaló como el espía que inundó con rumores y filtraciones el vestuario, a su mano pateada por Arbeloa en Mestalla. Y por supuesto, la irrupción desde el olvido del fútbol del portero suplente del Sevilla, aquel tipo larguísimo que saltó del Madrid para buscarse la vida en el Villarreal, y que soportaba con resignación, antes de resucitar, los fantasmas del descenso dos años antes con los castellonenses; es decir, la deriva de su carrera hacia la nada. Inimaginable. Diego López regresando de los abismos del oficio para arrebatarle la portería del Real Madrid al mejor guardameta del mundo. Inimaginable.

Ancelotti no sólo ha tomado la decisión más resbaladiza, lo sencillo hubiera sido devolverle la titularidad a Casillas, además, presume con sus gestos de ello. Cuando Diego López saltó a calentar el pasado jueves cinco minutos antes del descanso durante el trofeo Bernabéu, el portero titular y su entrenador tropezaron con las emociones de una afición demasiado trajinada durante los últimos años, como para soportar, de nuevo, las piruetas del jefe, ya sean inocentes o retorcidas, con la excepción del fondo sur, claro.

De Diego López no se recuerdan palabras ácidas ni grandes errores reprochables en el campo. Sí la casi inalcanzable virtud de soportar la presión que rodea a la gestión política y deportiva de la portería, y una virtuosa colección de paradas en partidos importantes. Eso sí, desde su irrupción, el equipo ha caído en los grandes envites. Sus milagros no alcanzaron en Dortmund ni en la final de Copa. Y tras observar durante hora y media la mímica del portero el pasado domingo frente al Betis, conserva los lastres que nunca logró limar. Cerca de los dos metros de altura, sorprenden sus limitaciones para limpiar el juego aéreo rival (lo que Sergio Gómez bautizó como ‘el loft de Diego López’). También su falta de convicción para jugar adelantado para evitar los oasis a la espalda de la defensa. Sergio Ramos necesitaría horas para explicar lo que calla en el campo pero dice con la expresiones incontenibles de los gestos de su cara.

Casillas es mejor portero que Diego López. Lo es hoy y lo ha sido siempre. Pero es cierto que lleva casi seis meses sin jugar más de dos partidos seguidos con asiduidad. Sólo ahí puede residir el empeño de Ancelotti en dar la titularidad al gallego. Todo lo demás trascendería el buen carácter que todos le presuponen al italiano, para acelerar la vieja teoría de que Iker está sentenciado por razones políticas. El último deseo que la galaxia blanca le habría concedido a Mourinho. Si éste es el desenlace, Diego necesitará demasiados milagros para evitar que el último mito alumbrado por el Bernabéu palmee de nuevo el larguero de su portería.

2 pensamientos en “Un último milagro camino de Brasil

  1. Entiendo que Casillas ha sesteado en esta ocasión, no es lo mismo que te espere Adán a que te espere Diego López, no es lo mismo que te coma la tostada en pretemporada Adán a que lo haga Diego López y menos tal y como terminó la temporada pasada.
    Yo entiendo que Casillas (que me gusta muchísimo más que Diego López) en esta ocasión tenía que haber acortado sus vacaciones, haber estado desde el primer día de pretemporada ahí, como decía como Adán te puedes permitir el lujo de llegar dos días antes y recuperar la titularidad con Diego López y más en el estado de forma que ha mostrado en pretemporada no era justo ni de lejos, así que creo que Iker podría haber puesto en esta ocasión algo más de su parte y no ponérselo tan fácil al entrenador que por otra parte creo que ha tomado la decisión si no más correcta sí más justa.

  2. Es cierto que arrancar más tarde la pretemporada y que Diego esté jugando bien serán seguramente los argumentos utilizados por Ancelotti para explicarle a Casillas por qué es suplente. Otra cosa es que el nuevo entrenador no haya sido sensible a las circunstancias que hicieron a Casillas suplente el curso pasado. Había un charco, pues a chapotear.

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